-La fe cristiana no tiene ninguna imagen de Dios Padre.
-El Hijo se apareció en forma humana, como Jesús de Nazaret.
-El Espíritu Santo en forma de paloma.
-En el N.T existen testimonios que afirma: “A Dios no lo ha visto nadie. El Hijo unigénito que esta en el seno del Padre es el que nos lo ha dado a conocer”
-De ahí que si el Padre es invisible, la única manera de acceder a él es por medio del Hijo y por el Espíritu que procede de él.
La palabra que resalta esa relación de intimidad se podría relacionar como “Abbá=Papá, papito”.
Jesús se presenta como revelador del Padre. “ Todo me ha sido entregado por el Padre, de modo que nadie conoce al Hijo sino al Padre y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”, “todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío”, “Yo y el Padre somos una sola cosa”.
Jesús predica y aplica mediante la curación, el perdón de los pecados y el amor.
El reino de Dios, no significa poder, poder del hombre, significa misericordia, amor, paz, opción por el menos favorecido, eso es lo Jesús quiere enseñar como la construcción del reino, un reino justo, donde todos vivan en armonía y sin pecado.
Aunque resulta un poco enredado presentar esta afirmación, el autor nos indica que el Padre puede tener rasgos maternales y para no caer en la duda acerca de un genero, se menciona al padre maternal y a la madre paternal.
En el A.T, se representa la figura de Dios bajo el amor de madre como lo dice (Isaías 49,15) donde menciona textualmente “¿Puede una mujer olvidar a su niño, dejar de querer al hijo de sus entrañas? Esto se puede ver reflejado en el amor de Dios, otra frase que nos menciona Isaías “Como una madre consuela a su hijo, así os consolare yo”.
Para que pueda actuar el Padre desde su concepción maternal, se evoca la misericordia como valor fundamental para que se lleva a cabo esta función, y también como lo explica el hijo prodigo, el amor paterno y la figura de la ternura maternal.
